He decidido que no quiero ser más tiempo el escudo que te evite el dolor.
Tampoco quiero ser la roca en la que te apoyes cuando caigas, porque lo que no quiero es que caigas, por eso he decidido tensar las cuerdas, hasta hacerlas dura como columnas de granito.
Todo para que puedas estar segura, sin posibilidad del tambaleo, siempre para que seas capaz de tocar el cielo.
Tampoco quiero ser la roca en la que te apoyes cuando caigas, porque lo que no quiero es que caigas, por eso he decidido tensar las cuerdas, hasta hacerlas dura como columnas de granito.
Todo para que puedas estar segura, sin posibilidad del tambaleo, siempre para que seas capaz de tocar el cielo.
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