Mi plato de pescaíto lo he dedicado a hacer una corona de boquerones fritos, porque un trozo de Málaga se ha ido.
Se ha ido quien aseguraba que no tenía ná más que 7.000 kilos y un poco de orange y gaseosa.
Se ha quedado en las nubes quien tenía habitualmente su cabeza en ellas, pero los pies en la tierra. Desde allí seguirá soñando, inmerso en su locura de genialidad, y desde donde seguirá pensando si su niña volaba o si realmente está en la Gloria.
Se ha ido Rockberto, Málaga pierde un genio para ganar un leyenda.PD: Que alguien le riegue las macetas.
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