Tras no poder continuar con aquella pequeña melodía, vuelvo a dejarme la coleta, a encajarme en un más que ajustado traje de luces y a ponerme la montera.
Perdónenme, más que por la salida a la francesa o la ausencia, lo oxidado que pueda estar y no alcanzar el nivel que merecen después del mal trato doy a este rinconcito.
Sean re-re-bienvenidos, y si ven que desvarío, por favor denme el primer aviso.
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