Me encantaría saber qué se te pasa por la cabeza, qué es lo que te revuelve las tripas, y qué es lo que hace que tu corazón salte.
Saber a qué suenas, a qué retumbas, si eres de Bach o de Vivaldi, de vinilo o de cedé.
Puedes llamarme inquieto, cotilla o curioso porque lo soy, pero si le das al play, sabrás a qué suena esto.
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