Un año sale, otro entra, y a uno no le queda más remedio que revisar comportamientos y actitudes propias, para ver lo conseguido y lo dejado.
Por algunos detalles podría parecer que ha sido una mierda, sin embargo, los reflejos han estado rápidos y el tobillo ha sido capaz de virar a tiempo para seguir andando con paso firme entre porquería, escollos y superficies resbaladizas.
La tradición manda cargar a principio del año con una retahíla de propósitos y tópicos incumplibles, a lo que me niego, y prefiero quedarme con más de uno (y de dos) de los despropósitos que propone el genial Albert.
Así que sea lo que sea lo que venga en 2010, veréis como somos capaces de llevarlo pa'lante y ya miraremos pa'tras dentro de doce meses para volver a hacer recuento.
PD: Año nuevo, look nuevo. Espero que os guste.
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