Missing

Entrada de las palmeras
Madrid es mucho Madrid, pa lo bueno y pa lo malo, que dicen en mi tierra. La oferta es tan amplia y extensa que a veces te abruma.
Sin embargo, echo de menos las noches de verano. La cerveza con la brisa salina dándote en la cara, los 131 de un garito con suerte, los himnos de lugares donde todo el mundo cabe, las vistas de Locea anocheciendo, y los planes de porqué sí en cualquier terraza desde la que se vea el Mediterráneo.
En fin, que aunque me guste estar Madrid, mis venas son como el agua que baña el Perchel, la Victoria, Huelin, Pedregalejo o Clavero.

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