The last one

Llevo un día en Madrid y me da que éste año va a ser muy distinto al resto.
Ayer me bajé del Ave y Atocha estaba a oscuras menos la parte de las tiendas y el jardín.
El cielo estaba encapotado con pintas de caer la que no cayó.
La parada de taxis que siempre rebosa luces verdes, estaba llena de viajeros con maletas y pocas ganas de esperar.
El coche de la franja roja me llevó hasta la puerta del Mayor que estaba cerrado como casi nunca. Y aunque en medio de la noche, y hoy, he recibido llamadas que sí que me quieren aquí, parece ser que la capital no.

Y para serles sinceros, yo de momento tampoco le quiero a ella. Me encantaría disfrutar mañana del Hoy tanto como hasta ayer... pero bueno, toca afrontar el 09/10 como si fuera el último, que esperemos que lo sea.

PD: El que quiera ser marioneta que lo sea, yo de momento prefiero librarme del Infierno de la prensa.