De trabajar ,con destreza y esfuerzo, a acabar en un banco (de sentarse) dando de comer a las palomas, hay un paso corto. Que se lo digan a los pocos parados que arropamos y que tenían las esperanzas puestas en el verano y el sector servicios.
Este verano, parece distinto. Las suecas parece que no se acercan por Valencia, ni los alemanes por Mallorca, ni los ingleses por Málaga. Huele a una conquista patria de nuestras playas, una de 'aprovechemos lo nuestro' y dejémonos de Caribes y otras islas.
Lo bueno, que recuperaremos las tradiciones de los tupper con filetes empanaos, las neveras de pasar el día, y los gritos de 'Joshua tate quieto'.
¿Lo malo? Que no tendremos con quién practicar inglés, ustedes ya me entienden...
En fin, que estamos completamente tiesos es una verdad como la Manquita, pero la sonrisa, las ganas de vivir, y las ganas de cachondeo no hay quien nos la quite, aunque si el superhéroe americano puede arreglarlo todo pronto, pues mejor que mejor.
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