Hay un montón de cosas que una persona puede expresar simplemente con las manos, gracias a ellas podemos saber muchas veces cómo se sienten los demás.
Ya sea desafío, rechazo, amor, amistad, burla, alegría, gozo, aprobación e incluso esperanza; por no hablar ya de la diferencia entre echar manos al cuello o al hombro.
En fin, pon tu mano en la mía y con un café cuéntame qué te pasa.
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