Al final ganó Obama, aunque a estas alturas de la película el que todavía no se haya enterado es porque no ha querido...
Al demócrata solamente le hace falta ser del Barça para que sea el presidente más paradójico que habite en la Casa Blanca.
En fin, no le voy a contar nada nuevo y probablemente sepan más que yo del tema, hayan leído las numerosas estadísticas, análisis, las conjeturas de política ficción (que suelen no cumplirse, pero que son bastante entretenidas) y cantitad de posts sobre el recién elegido presidente equiparándose casi en número a cuando se anunció el Macbook Air.
Pasado el tiempo casi nadie se acordará de McCain, como de Kerry, y otro muchos. El republicano seguro que tiene todavía el ceño fruncido y no para de repetirse la misma pregunta: ¿Cómo se dice, cómo se llama?
PD: Totalmente recomendable el post de Pisito en Madrid, sobre el tema de las elecciones yankis.
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