Tan tranquilo que estábamos comiendo y va y gana Alonso, todos eufóricos y ensalzando al bicampeón, aunque seguíamos echando pestes sobre el R28. Bendito Safetycar, y bendito Nelsinho que por una vez se ha demostrado que es un buen compañero de equipo. Aunque lo mejor del Gran Premio de Singapur (o de Gran Bretaña, como Lobato insistía) no ha sido la victoria de Alonso, ni ver cómo es un circuito nocturno en F1 y mucho menos las chispas tan molonas que salían de debajo de los coches cada vez que pasaban por un trozo bacheado. Lo realmente bueno ha sido la manguera de Massa y ver la cara del pobre brasileño esperando al final del Pitlane que alguna alma cándida vestida de rojo le retirase lo que le sobraba del coche.
Pero lo mejor ha venido después de la carrera, de hecho mucho después. A las cinco y media, el Málaga se desvirgaba en la Liga (BBVA) ante el Valladolid que no venía precisamente a comer espetos. Aunque lo mejor vino en el 54 cuando los blanquiazules volvieron a mojar y el éxtasis orgásmico del segundo metido agarraba a la Rosaleda, y ya luego no importó que marcase Pedro León, porque se había conseguido la primera victoria.
Ante estos dos acontecimientos me surge la duda: ¿Qué astros se han alineado hoy para que se produzcan sendas victorias? Por favor señor Jiménez, explíquemelo cuando tenga un rato libre.
Pero lo mejor ha venido después de la carrera, de hecho mucho después. A las cinco y media, el Málaga se desvirgaba en la Liga (BBVA) ante el Valladolid que no venía precisamente a comer espetos. Aunque lo mejor vino en el 54 cuando los blanquiazules volvieron a mojar y el éxtasis orgásmico del segundo metido agarraba a la Rosaleda, y ya luego no importó que marcase Pedro León, porque se había conseguido la primera victoria.
Ante estos dos acontecimientos me surge la duda: ¿Qué astros se han alineado hoy para que se produzcan sendas victorias? Por favor señor Jiménez, explíquemelo cuando tenga un rato libre.
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