Wendy, es una perra real que padece un problema hormonal.
Tiene un desorden dentro de su organismo, que provoca que sus músculos se desarrollen desorbitadamente.
Pese a su pinta de terrible fiera, sus dueños aseguran que es muy agradable, 'es la misma perra mimosa que era de cachorro'
Ante la duda, prefiero no encontrarmela por un callejón oscuro de noche (a no ser que venga a salvarme de la policía de Malasaña...)
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